Tour de frailecillos en Ingólfshöfði

La familia de Hofsnes organiza las visitas a Ingólfshöfði desde 1990, cuando el granjero Sigurður Bjarnason abandonó la cría tradicional de ovejas y tuvo tiempo de probar nuevas formas de ganarse la vida en su granja. Su hijo Einar Rúnar Sigurðsson pronto comenzó a ayudar a su padre, y luego a la esposa de Einar, Matthildur Żorsteinsdóttir, y a su hijo mayor, Aron Franklín. Hoy en día, el viaje lo hacen normalmente Einar o Matthildur (Matta) o sus hijos, Ísak y Matthías.
El cabo Ingolfshofdi es un promontorio aislado en la costa, a medio camino entre Skaftafell, en el Parque Nacional de Vatnajokull, y la laguna de hielo de Jökulsárlón. Esta reserva natural histórica alberga miles de aves marinas que anidan, como frailecillos y grandes skúas. El cabo lleva el nombre del primer colono de Islandia, Ingolfur Arnarson, que pasó allí su primer invierno en el año 874 d.C. Para llegar a Ingólfshöfði cruzamos 7 km de aguas, pantanos y arenas en un carro de heno tirado por un tractor. El trayecto dura unos 30 minutos en cada sentido, por lo que dedicamos aproximadamente 1 hora y media a caminar alrededor del cabo. El círculo que recorremos alrededor de la reserva natural tiene una longitud de 2 a 3 km. Al principio tenemos que subir una pendiente de arena empinada de 25°, pero luego se hace más fácil, principalmente haciendo senderismo en terrenos de hierba plana y haciendo muchas paradas en el camino. No recomendamos que las personas participen en este viaje a menos que puedan hacer esta caminata

Desde 2013, hemos visto frailecillos en todos los viajes desde mediados de mayo hasta mediados de agosto, excepto en un par de viajes con vientos extremadamente fuertes. Los años 2010-2012 fueron muy cálidos y a los frailecillos no les fue bien porque la anguila arenera y el capelán pequeño que necesitan atrapar para pescar se trasladaron más al norte en el Atlántico, pero desde 2013 han anidado con éxito. Al principio y al final de la temporada, tenemos que esperar viajes en los que solo veamos unos pocos y, a veces, solo en los acantilados. La mejor época para visitar una colonia de frailecillos con la esperanza de ver muchos frailecillos en un solo viaje es desde finales de julio hasta principios de agosto, pero hay muchos días en los que vemos cientos de frailecillos desde principios de junio hasta mediados del 10 de agosto o algo así. Según nuestra experiencia, los mejores días para los frailecillos no son los días perfectos, soleados, calmos y calurosos, sino el viento moderado, e incluso un poco de lluvia a menudo puede hacer que más frailecillos cuelguen por los bordes de los acantilados, especialmente por la tarde. A última hora de la mañana o a primera hora de la tarde suele ser el mejor momento para tener muchos de ellos en casa. Sin embargo, nunca podemos saber realmente cuántos veremos en cada viaje, hay muchas cosas que influyen en si el frailecillo quiere quedarse en los acantilados o ir al mar durante el día. Qué tan cerca del cabo se encuentran los peces que necesitan comer, cómo es la visibilidad en el mar para bucear, cuánto calor hace esta tarde y en qué época del verano es, son algunas de las preguntas que debemos tener en cuenta. Por lo tanto, aunque tengamos 1000 frailecillos sentados en el borde del acantilado en una salida, la próxima, ese mismo día, puede que solo tenga 10, o viceversa. En resumen, el viaje es en una reserva natural, no en un zoológico, por lo que incluso podemos tener días a finales de julio con muy pocos frailecillos o solo un frailecillo durante la excursión. Por si acaso, la llamamos Puffin Tour en vez de Puffins Tour :-)